Segundo Recinto de la Alcazaba de gran valor arqueológico, con el mirador de la Odalisca del Palacio de Almutasim |
LA ALCAZABA DE ALMERIA Y SU SUPERVIENCIA
La Alcazaba de Almería, experimentó a partir de los años 40 del siglo XX, sus primeras restauraciones. Aunque algunas se realizaron con mejor acierto que otras, no cabe duda que sus primeras obras de restauración, fueron de vital importancia para la supervivencia del monumento señero de la ciudad, de lo contrario, si hubiera continuado en el lamentable estado en el que se encontraba, estaba abocada a desaparecer. En la actualidad la Alcazaba de Almería, tras las últimas restauraciones de acondicionamiento de los jardines finalizadas a mediados 1990, y los trabajos de excavación experimentados en el segundo recinto de la Alcazaba, así como los espacios museísticos y de interpretación abiertos en algunas de sus edificaciones más representativas, la han convertido en la fortaleza árabe más atractiva y visitada y de mayor extensión de Europa para orgullo de los almerienses y disfrute de los visitantes, colocándose a la cabeza de los ejemplos de arquitectura árabe existentes en España detrás de la Alhambra de Granada. El monumento principal que posee la ciudad de Almería, la ordena construir por Abderramán III en el año 955(siglo X) coincidiendo con la fundación de la ciudad (La Medina).
Las causas de dicho estado se debían de una parte a los constantes terremotos que asolaron la ciudad a lo largo del tiempo, y por la otra, a la huella del hombre de la mano de expolios a los que fue sometida y la escasa concienciación por respetar nuestras raíces y en definitiva nuestro patrimonio histórico-artístico. Dichas restauraciones se pusieron en marcha tras finalizar la Guerra Civil Española, y como es sabido, la ciudad de Almería, sufrió durante la contienda constantes bombardeos, siendo el más trágico el producido el 31 de mayo de 1937 que dejaría una ciudad en una situación caótica, con infinidad de viviendas burguesas del casco histórico semidestruidas. En este sentido, hay que subrayar que la Alcazaba afortunadamente no resultó dañada por dicho bombardeo.
El arquitecto Prieto Moreno y arquitecto conservador de la Alcazaba, llevó a cabo las primeras visitas a la Alcazaba en los años 40, para su futura restauración, investigando y explorando antes de ejecutar el proyecto. Tras ejecutar las obras de remodelación del primer recinto, del cual se conserva de su construcción primitiva en la actualidad: aljibes del siglo XI, una fuente dedicada también para abluciones del siglo XII (excavada y descubierta en los años 90) y el pozo de una noria, comenzaría la restauración del segundo recinto. Hay que realzar el baluarte del Saliente, un magnífico mirador del primer recinto con unas vistas incomparables.
Fue a mediados de los años 50 del siglo XX, tras concluirse la restauración del primer recinto, cuando se proyectó, la restauración del segundo recinto, el más importante de los tres en lo que respecta a valor arqueológico, y donde se emplazaban las principales estancias residenciales reales, baños y otras construcciones anejas. En la actualidad este recinto se encuentran las dependencias del Palacio del Rey Almutasim. De la parte pública destacar: aljibes, ermita de San Juan (antes lugar donde se encontraba la Mezquita), barrio de casas con calles, dos viviendas reconstruidas y los baños de la tropa. Y en la parte Privada se encontraba el Palacio del Rey Almutasim del siglo XI, del que queda el muro denominado “Mirador o Ventana de la Odalisca” que tiene una leyenda de amor entre la esclava favorita del Rey y un cautivo cristiano. También en esta parte privada se encuentran restos de la Casa de Gobierno y los baños privados del Rey y la Reina.
Respecto a las primeras actuaciones de restauración del tercer recinto cristiano, el arquitecto Prieto Moreno en el año 1944, presentó un ambicioso proyecto. El tercer recinto en la actualidad consta de un gran Patio de Armas con un aljibe central (oculto) y tres torreones: el principal del Homenaje con un arco conopial de finales del gótico y resto del escudo de los Reyes Católicos, la Torre de la Noria, hasta donde Almutasim subió el agua a la Alcazaba y la Torre de la Pólvora. Este recinto construido tras la toma de la ciudad por los Reyes Católicos en 1492, es un magnífico mirador del Puerto y el núcleo de la Medina.
Las primeras reformas llevadas a cabo, comenzaban en la entrada a la fortificación, donde un empinado camino en zig-zag, llevaba hasta la Puerta o Torre de la Justicia. En la actualidad antes de ese camino empinado y llegar hasta la Puerta de la Justicia, a la fortaleza se accede por la Puerta de la Guardia y se llega a la Torre de los Espejos que domina la entrada defensiva. Traspasando la Torre de los Espejos, se llega a la Puerta de la Justicia de acceso al primer recinto, que según el arquitecto conservador su función principal fue la de acantonamiento de tropas y refugio de la población cuando la ciudad era atacada. En las excavaciones de los años 90 se ha descubierto que existió un barrio de viviendas, era una pequeña medina(ciudad). A este primer recinto, se le dotó de un sistema de plantaciones bajas para que en un futuro no ocultasen las almenas de las murallas. Prieto Moreno ensalzaba el ajardinamiento practicado en el primer recinto definiéndolo como un “oasis de vegetación muy típica en los árabes”, con una variedad de especies subtropicales propias de la región, con el sonido del agua corriendo por canalillos y fuentes para reposar en los estanques. De esta forma, en los años 50, y una vez finalizada la restauración del primer recinto, el monumento estaba preparado para recibir al turismo nacional e internacional, que podría disfrutar de un espléndido mirador de la ciudad, su bahía y la vega. Un muro jalonado de torres, separaba este recinto del segundo sobre el que se alzaba la espadaña y campana de la vela. Pero este ajardinamiento estaba muy lejos de la típica huerta árabe y en los años 90 se restauró una gran parte de estos jardines, instalando un verdadero vergel árabe con plantas aromáticas y árboles frutales .
Hay que subrayar que La Alcazaba le debe mucho a estos primeros proyectos de restauración realizados por Prieto Moreno. Si a primeros del siglo XX, era una edificación ruinosa y totalmente desprotegida, a partir de los años 50 empezaría a despertar de ese abandono y a lucir una fisonomía espléndida dominando la ciudad y la bahía, pero todavía queda mucho por hacer, los almerienses, somos los primeros que tenemos la obligación de conocerla, respetarla y valorarla y la administración o administraciones competentes invertir más en acciones de excavación, formación y difusión. No olvidemos que su construcción forma parte de las raíces de nuestra querida ciudad, y por tanto su conservación es tarea de todos.
María Isabel García Sánchez. Licenciada en Historia del Arte.